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Bolchevismo de extrema derecha
Esa democracia y esa libertad del trumpismo, incompatibles con el orden europeo basado en reglas, son divisivas y excluyentes, mera fachada que en poco se diferencian de los conceptos bolcheviques
La élite tecnológica y política estadounidense intensifica su rechazo a las regulaciones europeas que buscan limitar los monopolios y combatir el discurso de odio en línea.
Los denominados autócratas digitales definen la libertad en la red como la ausencia total de regulación legal. Esta postura implica una negación activa a someterse a normativas de mercado que busquen garantizar los derechos básicos de los usuarios o proteger a audiencias vulnerables.
Dicha resistencia se manifiesta específicamente ante iniciativas que intentan proteger a la infancia, dificultar la difusión del discurso de odio o establecer límites concretos a los abusos derivados de sus monopolios corporativos.
Esta filosofía de absoluta desregulación, que ya enfrentó fricciones internas en Estados Unidos, se ha trasladado ahora al escenario europeo. Cualquier iniciativa que limite los márgenes de acción de las grandes corporaciones tecnológicas es sistemáticamente denunciada por estos grupos de poder.
La escalada política ha llevado a que estas regulaciones sean interpretadas por altos funcionarios americanos no solo como un ataque a la libertad de expresión, sino también como una intromisión directa a la soberanía de la superpotencia.
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