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Trump justifica su ataque a Nigeria por la masacre de cristianos, pero las víctimas del yihadismo son de todas las confesiones
De Boko Haram al ISIS, el islamismo radical se extiende por el norte del país más poblado de África, que mantiene unas sólidas relaciones diplomáticas y comerciales con EE UU
Donald Trump justificó el ataque estadounidense contra objetivos del Estado Islámico en Nigeria por la masacre de cristianos, a pesar de que el gobierno africano asegura que las víctimas del yihadismo pertenecen a todas las confesiones.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, autorizó recientemente bombardeos contra posiciones del Estado Islámico (ISIS) ubicadas en el noroeste de Nigeria. La Casa Blanca esgrimió los “asesinatos brutales” de “cristianos inocentes” como la principal motivación para llevar adelante la intervención militar.
Sin embargo, fuentes del propio Gobierno nigeriano han matizado esta justificación. Si bien reconocen la elevada cifra de víctimas fatales producto de la violencia yihadista en la región, las autoridades africanas sostienen que entre los afectados se encuentran miembros de diversas confesiones religiosas, tanto cristianos como musulmanes.
El ejecutivo nigeriano rechaza enfáticamente que la situación actual pueda ser catalogada como un “genocidio” dirigido a una confesión específica. Los grupos extremistas han atacado indistintamente iglesias, mezquitas, mercados y otros puntos de reunión civil.
El ministro de Información, Mohamed Idris, aseguró semanas atrás que no existe un intento sistemático o intencional, ni por parte del Gobierno ni de ningún grupo organizado serio, de agredir a una religión en particular, a pesar de la crítica situación de seguridad que atraviesa el país.
La acción de Washington se inscribe en un complejo escenario africano donde la violencia extremista continúa cobrando vidas, poniendo en duda la narrativa central que utiliza la Administración Trump para validar su intervención en el conflicto regional.
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