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El Gobierno Lleva al Hospital Garrahan al Borde del COLAPSO: ¿Un Vaciamiento “Criminal” para Engrosar Ganancias Bancarias?

El Hospital Garrahan, el principal hospital pediátrico de nuestro país y un referente que ha cambiado la vida de tantas familias a lo largo y ancho del país, atraviesa una crisis sin precedentes. Lo que comenzó como un reclamo salarial legítimo en mayo, ha escalado a una denuncia de “vaciamiento” y desmantelamiento intencional del sistema de salud pública. La situación es calificada de “criminal” por los trabajadores, quienes señalan la responsabilidad directa del gobierno y de ministros como Lugones.
Un Conflicto Lejos de Resolverse y Actitudes Sospechosas El conflicto en el Garrahan “lamentablemente está lejos de resolverse” y la culpa recae “por responsabilidad total del gobierno”. Desde mayo, las medidas de fuerza se han intensificado, pero no ha habido propuestas ni reuniones por parte de las autoridades. Las convocatorias de la Secretaría de Trabajo fueron “saboteadas tanto por las autoridades del hospital como por el gobierno”.
Detrás del reclamo de un salario mínimo equivalente al costo de la canasta familiar, lo que se esconde es un profundo problema de:
• Renuncias Masivas: Se han registrado más de 200 renuncias en el último periodo, un número “nunca antes visto”, que incluyen a profesionales de diversas especialidades como enfermería, kinesiología, nutrición y farmacia, no solo médicos. Estas renuncias dañan “la capacidad operativa del hospital” y son difíciles de revertir, ya que se pierde personal altamente especializado formado durante años en un hospital escuela.
• Ingreso de Personal Bloqueado: El gobierno, “lejos de resolver esa sangría, impide que ingrese nuevo personal”.
• Reforma Descalificatoria: Se ha promovido una “reforma descalificatoria de las residencias”, afectando la formación de los profesionales más jóvenes.
Prioridades Invertidas: ¿Superávit para los Bancos, Recortes para la Salud? El gobierno exhibe un superávit, es decir, “hay más ingresos que egresos en el presupuesto público”. Sin embargo, los recortes se aplican a sectores vulnerables: jubilaciones, seguridad social, comedores populares y, por supuesto, el Hospital Garrahan.
Mientras tanto, el ministro Caputo “emitió una bola de nueva deuda con un interés altísimo” a pedido de los bancos, un dinero que “va a engrosar las ganancias de los bancos”. Esto demuestra una “prioridad social” donde el gobierno está “muy jugado a desmantelar la responsabilidad del Estado nacional en los sistemas de salud”.
La Gran Mentira del “Personal Administrativo” y los “Ñoquis” El gobierno ha “mentido en público y en forma descarada” al afirmar que el problema del Garrahan era un exceso de personal administrativo o “ñoquis”. La realidad, demostrada por el propio anuario estadístico del hospital, es lapidaria:
• Menos del 10% del personal total (más de 4.700 trabajadores) son administrativos.
• El 70% es personal asistencial (médicos, enfermeras, kinesiólogas, etc.).
• Incluso los administrativos están renunciando, ya que “ganan más manejando un auto de aplicación que trabajando para el principal hospital pediátrico del país”.
Los trabajadores denuncian que esta “falsear información” es “gravísimo” y “punible”, una táctica para confundir y justificar el desfinanciamiento.
Insultos de un Ministro sin Vergüenza: “Curros Legales” La indignación se elevó cuando el ministro de salud declaró: “Tienen que hacer lo que saben hacer salvar vidas dejen de utilizar curros legales”. Alejandro Lipkovic, secretario de ATE del Hospital Garrahan, califica esto como un “cinismo enorme”, considerando que el gobierno está llevando al hospital a una crisis “cuya profundidad no tiene antecedentes”. Los trabajadores, que están comprometidos con su labor “a pesar de lo que hace el ministerio, no gracias al ministerio”, han generado una “bronca enorme” ante tales descalificaciones. Se exige la expulsión del ministro por el “enorme daño a la salud pública”.
La Lucha por el Futuro del Sistema Sanitario A pesar de las agresiones y la falta de respuesta oficial, los trabajadores del Garrahan no ceden. Se ha realizado una “marcha multitudinaria a la Plaza de Mayo con un enorme apoyo social” y asambleas muy participativas. La estrategia es “profundizar el camino” de la lucha y “unir las luchas en una sola” con otros sectores afectados como jubilados y educadores.
Existe un llamado a la unidad de la clase trabajadora “a pesar de la CGT”, cuyos dirigentes están en una “tranza con el gobierno”, mientras que las bases sindicales son “solidarios con el reclamo nuestro” al padecer situaciones similares de bajos salarios, despidos y pretensiones de reformar a la baja las condiciones de trabajo.
La lucha del Garrahan no es solo por el hospital, sino por “el futuro del sistema sanitario en nuestro país”. La comunidad, especialmente los padres y madres de niños que dependen del hospital, ha mostrado un “apoyo y solidaridad que nos dan mucha fuerza”. La consigna es “poner un límite a este ajuste que es criminal” y asegurar que el Hospital Garrahan “continúe existiendo con presupuesto acorde y con salarios y condiciones de trabajo”.
La situación en el Garrahan es un espejo de las prioridades de un gobierno que parece preferir financiar la deuda con bancos antes que garantizar el derecho a la salud de nuestros niños. Es una batalla que va más allá de un sindicato; es una lucha por la vida y el futuro de la salud pública.




















