Conecte con nosotros
[the_ad_group id="89"]

Actualidad

El origen anarquista de las facturas argentinas

Bruno Lima Rocha

Publicado

en

Allá por finales del siglo XIX, un grupo de panaderos anarquistas en Buenos Aires decidió desafiar al sistema desde las panaderías, creando delicias como las “bombas”, “cañoncitos” y “vigilantes”.

Los días fríos y de lluvia invitan a comer facturas. Ir hasta la panadería más cercana en busca de cañoncitos, suspiros de monja o bolas de fraile es casi una actividad obligada por estos días de agosto. Pero dedónde salen esos nombres tan particulares de las facturas que nos endulzan este invierno húmedo. Hay un origen rebelde de todo esto y aquí se detalla. 

El nombre de las facturas tiene un origen anarquista pero no en todos lados es así, sino específicamente en Argentina. La historia empieza a fines del siglo XIX. La ciudad de Buenos Aires se estaba urbanizando, crecía la población, llegaban inmigrantes desde Europa masivamente y en esa situación las panaderías crecieron mucho porque había aumentado la compra de alimentos, sobre todo, los más baratos como es el pan.

Pero el crecimiento de esta actividad no se correspondía con mejoras en las condiciones laborales y de estructura social en donde estos obreros de las panaderías habitaban. 

Como una forma de protesta contra el sistema, realizaron huelgas y movilizaciones. Además, el 4 de agosto es conocido como el “Día del panadero” porque en 1887 los anarquistas Enrico Malatesta y Héctor Mattei crearon La Sociedad de Resistencia de los obreros panaderos, una de las organizaciones sindicales más antiguas y combativas del país.

Lea en la íntegra en Rosario Plus

Anuncio
Haga clic para comentar

Deja una Respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *