Conecte con nosotros
[the_ad_group id="89"]

Actualidad

Para que no se les escapen los dólares, Caputo les prohíbe a los bancos vender los bonos por tres meses

Para las personas físicas, eliminó las restricciones cruzadas. Ahora se puede suscribir al bono sin perder el acceso al dólar oficial.

Redacción SDN

Publicado

en

Toto Caputo corre con urgencia detrás de cada centavo de dólar que puede retener. Las señales que dejó en las últimas 48 horas parecen decir eso: urgencia más que estrategia. 

El primer indicio llegó envuelto en una jugada de ingeniería financiera. Caputo anunció la colocación de un bono en dólares por el que aspira a juntar 1.000 millones. Dijo que la tasa rondaría el 9%, aunque en el mercado aseguran que será algo más alta. El objetivo declarado: “reabrir el mercado de capitales”. El real: conseguir efectivo rápido para llegar a enero sin tocar reservas.

Según Bloomberg, el medio de referencia de los inversores, la colocación local será un test para medir si el mercado internacional vuelve a mirar a la Argentina. En esta licitación, todo parece indicar que no.    

 “Toto desplegó una obra de ingeniería para conseguir guita de las aseguradoras y un mecanismo para captar parte de los dólares que entraron por la emisión de ON del sector corporativo”, explicó un analista. “Otros dólares no hay. Todavía no hay garantías para sacar los del colchón, y están rascando el fondo de la olla con las exportaciones”, agregó. 

La verdad del “regreso al mercado” de Caputo: Argendólares forzados con una tasa real que supera el 9 por ciento

Segundo indicio: la baja de retenciones. Caputo bajó entre uno y dos puntos las alícuotas para los principales granos. Si se mira la producción, faltan ponerle precio a 27,16 millones de toneladas entre soja y maíz 2024/25, lo que la valuación FAS transforma en unos USD 7.084 millones; el trigo 2025/26 suma 18,6 Mt por unos USD 3.016 millones. El gesto busca liberar parte de ese stock. 

El tercer indicio apareció disfrazado de “normalización cambiaria” movimiento sobre el cepo. El BCRA y la comunicación oficial ajustaron reglas para la licitación. Se creó, por ejemplo, un “parking” de 15 días para quienes compren dólares oficiales para suscribir títulos del Tesoro; y restricciones para que bancos que vendan en el secundario no puedan recomponer posiciones en moneda extranjera por 90 días. Todo apunta a atrapar dólares en el sistema en el corto plazo. 

Caputo desplegó una obra de ingeniería para conseguir guita de las aseguradoras y un mecanismo para captar parte de los dólares que entraron por la emisión de ON del sector corporativo. Otros dólares no hay. Todavía no hay garantías para sacar los del colchón, y están rascando el fondo de la olla con las exportaciones

La primera medida fue la creación de un “parking” obligatorio de 15 días para quienes compren dólares oficiales con la intención de suscribir los nuevos títulos públicos. En ese lapso, esos dólares no pueden venderse contra pesos. Una cuarentena cambiaria, en miniatura, que busca evitar el arbitraje y prolongar la estadía del billete verde en manos del Tesoro. 

La segunda disposición apuntó a los bancos: quienes participen de la colocación no podrán recomponer su posición en moneda extranjera por 90 días si vendieron esos dólares en el mercado secundario. Esto quiere decir que si usan dólares para entrar al bono, no pueden volver a comprarlos por tres meses. Una forma de obligarlos a quedarse en pesos durante un trimestre crítico. 

El analista financiero Cristian Buteler sintetizó la lógica detrás de la medida: “El BCRA desmonta restricciones cambiarias para impulsar la demanda en la licitación de dólares del Tesoro”. 

“Mucha maraña regulatoria para una licitación local en tiempos de optimismo. Entiendo que puede sumar en el margen, pero la renovación de enero queda lejos si colocan 1.000 palos, más allá de si la tasa es buena”, dijo otro analista a LPO. Su frase resume el desconcierto: para conseguir dólares, Caputo sigue tejiendo redes que terminan atrapando a los mismos que pretende seducir.

El derrotero desnuda una gran incógnita: los dólares prometidos por Bessent. El acuerdo y las negociaciones con EEUU, y la posibilidad de líneas o swaps, son la promesa que debería calmar mercados. Pero la llegada de recursos concretos y verificables no se produjo aún en la medida que exigen los acreedores. Sin esa señal, Caputo queda bailando solo contra vencimientos grandes.  

Publicidad
Anuncio
Haga clic para comentar

Deja una Respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *