«Peaje privado»: Federico Sturzenegger escala el conflicto por los aportes y tensa la relación con la Cámara de Comercio

El Gobierno nacional clausuró la negociación sobre los aportes laborales obligatorios, acusando a las cámaras empresarias de defender una «caja política».

El ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, dio por terminadas las conversaciones respecto a la eliminación de un artículo clave dentro del capítulo laboral de la Ley Bases. La decisión marca un punto de inflexión en el diálogo con entidades del sector productivo, que venían presionando por mantener el esquema de financiamiento tradicional.

La controversia gira en torno a la supresión de las contribuciones automáticas que los empleadores están obligados a realizar a ciertas cámaras y asociaciones gremiales patronales. La medida busca desvincular la supervivencia económica de estas estructuras de un aporte compulsivo, migrando hacia un sistema de adhesión voluntaria.

Sturzenegger endureció el tono oficial y justificó la intransigencia gubernamental al señalar que el mantenimiento de estas cuotas solo busca preservar una «caja política» con escaso control. El Poder Ejecutivo insiste en que la desregulación de estos fondos es necesaria para evitar el uso discrecional de recursos empresariales.

En respuesta, las entidades representativas del empresariado, especialmente aquellas ligadas a las pequeñas y medianas empresas, advirtieron que la quita amenaza la infraestructura de apoyo. Sostienen que el recorte impactará directamente en los programas de formación y capacitación técnica, comprometiendo la continuidad de sus servicios esenciales.

Este conflicto confirma que el oficialismo avanzará sin consenso en este punto de la Ley Bases. La eliminación de los aportes compulsivos quedará integrada en el texto final de la reforma laboral, a pesar de la crítica manifiesta del sector.

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