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Rechazo frontal del sucesor de Rodolfo Daer a la reforma laboral: “a ningún empresario le conviene un sindicato débil”
Sergio Escalante, líder del STIA, le dijo a LPO que no hay “qué negociar” porque “hay trabajadores formales por debajo de la línea de pobreza”.


El secretario general del Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Alimentación de Buenos Aires (STIA), Sergio Escalante, cuestionó el proyecto de reforma laboral que promueve el gobierno de Milei al decir que sus impulsores “no entienden la relación laboral”. “La mejor reforma laboral es generar trabajo, dejá que la modernización la peleemos los empresarios y los trabajadores”, le dijo a LPO tras lograr un acuerdo hasta el 5 de enero con Mondelez para mantener su planta de más de 2 mil empleados.
Escalante, que asumió la conducción del sindicato en reemplazo de Rodolfo Daer, anticipó que el Consejo Directivo de la CGT se reuniría en los próximos días para discutir la estrategia frente al apuro del gobierno por sancionar la ley. “A ningún empresario le conviene un sindicato débil, porque en lugar de hablar con cinco tenés que hablar con 200”, explicó acerca del objetivo que buscan los que pretenden que las negociaciones sean por fábrica o región antes que por rama o sector.
Aunque reivindicó la inteligencia de los dirigentes gremiales que conversan con las patronales para cuidar los intereses de sus afiliados, reconoció que el sindicalismo no tiene “qué negociar” ante esta avanzada, en medio del deterioro de la actividad económica. “¿Qué podemos darles? Tenemos trabajadores formales por debajo de la línea de la pobreza. Acá quieren enfriar la economía y que bajemos la guardia para que se puedan impulsar reformas estructurales”, argumentó.
Según Escalante, “los empresarios con más espalda pueden sostener esto”. “Quizá apuesten a ajustar, hacer eficientes sus plantas recortando conquistas, achicar los planteles”, conjeturó, y agregó que “hoy es un pecado estar enfermo o tener un problema en la familia”.
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En medio de las negociaciones con Mondelez, asumió también: “ante la caída de la demanda, ellos se ponen más fuertes y nosotros más débiles”.
Sin embargo, admitió que en las conversaciones con gerentes de empresas “lo primero que se discute no es la reforma laboral sino la falta de ventas, las líneas paradas, falta de crédito o crédito caro”.
Por eso, objetó que la discusión de la reforma laboral pase nada más que “por conseguir los votos de los diputados”. “¿Un gobernador va a mandar a votar la reforma laboral a tres diputados? Si no entienden la relación laboral…”, se quejó.
Además, lamentó que “el único país que vive en la era de Francis Fukuyama es Argentina, el resto cuida a su industria”. “El modelo peruano que ellos plantean tiene 70 por ciento de informalidad”, aseguró.
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Escalante viene de rechazar el planteo de “crisis” que le hiciera al sindicato la empresa Mondelez, con una planta de 2300 trabajadores, entre los cuales hay 1600 conveniados. “No aceptamos una crisis, aunque entendemos que las líneas están paradas. Pero necesitamos ver los números y eso no nos corresponde”, sostuvo.
En ese contexto, la firma y el STIA acordaron que se pare la producción durante tres semanas, hasta el 5 de enero. Desde el próximo lunes, los empleados se dedicarán a la limpieza y el mantenimiento preventivo de la planta, luego tomarán una semana de licencia por vacaciones según el artículo 150 de la Ley de Contrato de Trabajo y al final una semana más de licencia paga.
Además, la empresa otorgará un bono de 525 mil pesos y un voucher de 53 mil para adquirir mercadería de la proveeduría de Mondelez.




















