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Un avión de la empresa de Nicky Caputo se despistó en Río Grande
Mirgor informó que el avión Basler BT-67 tuvo un accidente durante un vuelo de entrenamiento de pilotos. Tuvo costo de 10 millones de dólares.
El Grupo Mirgor de Nicky Caputo informó que el avión Basler BT-67, recientemente incorporado al negocio de la compañía, sufrió un despiste en la ciudad de Río Grande durante un vuelo de entrenamiento de pilotos.
Según informó el sitio Tiempos Fueguinos, no se registraron heridos entre la tripulación ni en el exterior de la aeronave.
La empresa señaló que estaba previsto que, durante esta temporada, la aeronave inicie sus actividades logísticas hacia el Continente Antártico, territorio en el que Mirgor vienen avanzando de manera sostenida.
Lo que indicaron desde la empresa es que las causas del incidente serán determinadas por la Junta de Investigación de Incidentes, de acuerdo con los protocolos establecidos para cualquier hecho aeronáutico.
Preocupación en Cancillería por la falta de presupuesto para la Campaña Antártica
Una fuentes militares cercanas a la situación detallan a LPO que “el Batsler BT 67 es un avión antártico comprado por la empresa Mirgor SA en Tierra del Fuego para iniciar operaciones logísticas civiles en la Antartida, como un emprendimiento privado”.
“La maquina que terminó estrellada fue comprada por casi 10 millones de dólares y arribado recientemente a la isla. Aún no había hecho un solo vuelo operativo”, remarcan.
“La empresa quería utilizar medios de las Fuerzas Armadas (contratados) porque desconfía de la disponibilidad de esos medios por temas presupuestarios. Entonces decidieron iniciar el negocio por su lado”, agrega.
LPO reveló en exclusivo que Mirgor está reemplazando al Estado en actividades logísticas y de apoyo al Comando Conjunto Antártico. Esto se produce con el aval del gobierno y pone en riesgo el Tratado Antártico.
Asimismo, el cumplimiento de estas tareas que antes estaba en manos del estado es leído como una privatización encubierta y establece una relación estrecha entre la empresa y las Fuerzas Armadas. Esta relación puede generar preocupaciones sobre la influencia de intereses privados en decisiones estratégicas en la región antártica.
Con este cuadro, los que se benefician son Mirgor que encontró en el reemplazo a las actividades del estado un negocio privado y las Fuerzas Armadas que consiguen la luz verde para avanzar militarmente sobre el control de las bases en detrimento de la conducción civil.
Un general en actividad aclara que no hay responsabilidad del ministerio de Defensa por este episodio pero destaca que “anunciaron pomposamente la adquisición para explotar turísticamente y para reducir los costos de la logística antártica empleando este avión durante la campaña”.
