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Multipolaridad ruso-africana: cooperación e inversión rusas con países africanos

Todo Foro como este que se avecina trae perspectivas de éxito, considerando los resultados de la primera edición, que exponemos en el texto con el crecimiento exponencial del comercio ruso-africano.

Redacción SDN

Publicado

en

Bruno Lima Rocha (@blimarocha / [email protected]) – julio de 2023

La realización de la segunda Cumbre y Foro Económico Rusia-África, que tiene lugar en San Petersburgo entre el 27 y 28 de julio, puede generar impactos positivos para el desarrollo económico africano, así como la expansión de la industria rusa en la región. El papel del foro es desarrollar soluciones a temas delicados como los desafíos alimentarios, particularmente dada la importancia histórica de Rusia y África como fuente de alimentos. La potencia euroasiática es una importante productora de alimentos y se enfrenta a un reto, que es el de mantener alianzas comerciales a pesar de los bloqueos y sanciones a los que está sometida.

Todo Foro como este que se avecina trae perspectivas de éxito, considerando los resultados de la primera edición, que exponemos en el texto con el crecimiento exponencial del comercio ruso-africano. Actualizar estos resultados puede ser un salto de calidad, evolucionando del comercio entre commodities primarios y apuntando a la infraestructura y desarrollo de nuevas cadenas de valor, como la ampliación de las capacidades industriales actuales con productos de alta tecnología, además de servicios financieros lejos del privilegio del dólar estadounidense. Vale la pena subrayar esta evidencia. Crear otros circuitos económicos lejos del eje occidental y anglosajón es una necesidad urgente para el desarrollo del Sur Global.

La trayectoria histórico-estructural de la descolonización y etapa posterior

Se requiere una visión histórica de los roles jugados por los Estados Unidos y sus aliados – las antiguas potencias coloniales – en África. La propia creación de Africom (Comando de Combate Permanente de Estados Unidos para los países africanos) es proporcional al aumento de la presencia salafista y takhfirista en los territorios subsaharianos. Aunque fue una decisión de octubre de 2007, su trayectoria puede verse como una continuación de la época colonial.

Es importante señalar que el 25 de mayo de 1963 se creó la Organización para la Unidad Africana, estructura que duró hasta 1999, siendo sucedida por la Unión Africana (https://au.int/en). Si bien ambas organizaciones tienen tradiciones panafricanistas, la primera está más ligada al período de descolonización y la Guerra Fría y la segunda es contemporánea a la globalización capitalista y al momento en que Estados Unidos creía estar en una era unipolar.

Este segundo período terminó definitivamente ante la arrogancia estadounidense. Con la utilización del dólar como moneda mundial y arma de guerra económica, todos los países con alguna pretensión de ejercer la soberanía productiva y el pleno ejercicio de las decisiones fundamentales se encuentran ante una situación inexorable. O se busca una vía soberana en el uso de monedas distintas al dólar o cada gobierno nacional y sus respectivas sociedades serán rehenes de la arquitectura financiera mundial tras Bretton Woods y tras el fin de la Unión Soviética.

Este tema es recurrente y vemos una especie de “herencia” postsoviética en aspectos de la política exterior rusa. Esto se manifiesta en una cierta presencia del Kremlin en Oriente Medio, en el acercamiento estratégico con importantes potencias regionales (como Turquía e Irán) y, necesariamente, con países africanos. A pesar de haber apoyado la creación del Estado de Apartheid sionista en la Palestina Ocupada, la reorientación soviética está más cerca de la Causa Árabe y también de la Unidad Africana. En los procesos de descolonización del continente hermano del latinoamericano, los comisionados de origen soviético y en especial, los operadores voluntarios de Cuba, jugaron un papel muy importante en la expulsión de los colonialistas europeos.

En la presente década del siglo XXI, la realidad de la competencia y cooperación entre Estados y áreas de influencia se da frente a las disputas por las formas de desarrollo capitalista. African Export-Import Bank (Afreximbank) tiene su sede en El Cairo (Egipto) y sucursales en Abidjan (Côte d’Ivoire), Abuja (Nigeria), Harare (Zimbabwe), Kampala (Uganda) y Yaundé (Camerún). Las relaciones orgánicas entre el banco y el Foro son visibles en la participación de esta importante y multilateral institución financiera africana en el Foro Económico y la cumbre ruso-africana indica que podemos estar ante un aumento de la presencia de la potencia euroasiática en el continente. Siguiendo el ejemplo del proceso liderado por China, seguido de Turquía e Irán -y desde hace doce años con una fuerte presencia de Brasil- forman el conjunto de economías no occidentales que se disputan influencia con las antiguas potencias coloniales europeas y su hegemonía, EE.UU.

El presidente de Afreximbank, Benedict Okey Oramah, declaró que el Banco actuaría como socio organizativo del Foro. Este estatus incluye la promoción del evento en África, la captación del público objetivo, la prestación de la asistencia necesaria a los ponentes del programa empresarial y la construcción del pabellón.

Oramah se centró por separado en el comercio en desarrollo activo entre los países africanos y Rusia. Según él, hace unos años, el volumen negociado era de US$ 8,9 mil millones, frente a los actuales US$ 12 mil millones. “Rusia juega un papel clave en el suministro de cereales, a veces hasta un 30-40%. Lo mismo se aplica a los suministros de fertilizantes: Rusia es el principal proveedor de estos”, dijo Oramah.

Las relaciones ruso-africanas son estratégicas. Los bloqueos y sanciones que impiden la llegada de insumos de la cadena de valor agrícola son la condena de países enteros al hambre y la devastación social. Por ello, es necesario avanzar en los intercambios económicos multilaterales, garantizando la presencia de productos rusos en África.

La presencia rusa puede expandirse en las ocho regiones económicas de la Unión Africana

Complementariamente a Afreximbank, la Unión Africana organiza “Comunidades Económicas Regionales (REC)”. Según el portal de la UA, las REC son agrupaciones regionales de Estados africanos, cada una desarrollada con sus particularidades, teniendo diferentes roles y estructuras. En general, el propósito de las REC es facilitar la integración económica regional entre los miembros de las regiones y a través de la Comunidad Económica Africana (AEC), la estructura más amplia, que se estableció en virtud del Tratado de Abuja (1991).

La Unión Africana reconoce ocho Comunidades Económicas Regionales (REC):

• Unión del Magreb Árabe (UMA)

• Mercado Común de África Oriental y Meridional (COMESA)

• Comunidad de Estados Sahel-Saharianos (CEN-SAD)

• Comunidad de África Oriental (EAC)

• Comunidad Económica de los Estados de África Central (ECCAS)

• Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (ECOWAS)

• Autoridad Intergubernamental para el Desarrollo (IGAD)2

• Comunidad de Desarrollo de África Meridional (SADC).

La cooperación de Rusia con cada una de las ocho comunidades regionales asignadas anteriormente puede aumentar el nivel de complejidad y complementariedad de estas economías. Para ello, es necesario superar las medidas impuestas por EEUU y la Unión Europea (UE) como sanciones, bloqueos y la prohibición de acceso al Sistema Swift para los intercambios interbancarios. Es evidente que los acuerdos de Basilea ya no sirven para el comercio mundial y es necesario crear una nueva arquitectura financiera global, basada en organismos continentales – como Afreximbank – y a escala global, como el New Development Bank (NDB, el BRICS Bank).

Un avance concreto podría ser la creación de una o más líneas de seguros y garantías para el flete marítimo organizadas en cooperación entre instituciones financieras rusas, países africanos y con el aval del NBD. La optimización logística, con llegadas únicas a múltiples destinos, es una de las ventajas que puede generar este nuevo arreglo, basado en CER. Lo más relevante, además de la concreción de estos intercambios comerciales y de desarrollo económico, es el objetivo estratégico de establecer nuevos circuitos y rutas que se alejen cada vez más de la posibilidad de que el imperialismo norteamericano opere con su poder de veto. Cualquier progreso en este sentido es beneficioso para la economía del Sur Global y sus asociaciones no occidentales.

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